El yen japonés
En el mundo del mercado de divisas, solo siete monedas representan el 80 % del total del volumen negociado. El yen japonés es una de las monedas más importantes en términos de comercio internacional y en el mercado de divisas. Esto no es de sorprender, ya que Japón es una de las economías más grandes del mundo y tiene uno de los más altos PIB. Por su valor en dólares, las exportaciones de Japón están también entre las mayores.
Las tasas negativas perjudican al yen
El Banco de Japón ha mantenido la orden de actuar de modo que se fomente el crecimiento y se minimice la inflación. Sin embargo, en el caso de Japón la deflación ha estado amenazando a la economía durante décadas. El Banco de Japón ha seguido una política de tasas de interés muy bajas con la esperanza de estimular la demanda y el crecimiento económico. Al mantener tasas de interés negativas, el JPY cada vez se cotiza más bajo frente al USD.
La debilidad demográfica del Japón
Japón es un país rico, con inversiones extranjeras muy importantes, pero también tiene una abrumadora carga de deuda pública, falta de recursos y baja población. La población en vías de envejecimiento y declive, la dependencia en la importación de energía y la carga de la deuda pública provocan que aumentar la cantidad de ingresos del exterior sea una necesidad para el Japón, que ya no puede permitirse una moneda fuerte.
La inmigración subsanaría el problema de la mano de obra envejecida de Japón, pero el país no está abierto a la inmigración masiva. Sin embargo, incluso si Japón tuviera la fuerza de trabajo, carece de la energía local necesaria para impulsar su economía. Después del accidente nuclear de Fukushima, casi todas las centrales nucleares del país permanecen cerradas, haciendo que el Japón dependa de energía importada, cuyo precio fluctúa según los factores globales de oferta y demanda.
La repatriación del yen
Hace mucho que los exportadores japoneses trasladan sus operaciones a otros países, pero mantienen la sede central en el Japón y repatrian sus ingresos procedentes del extranjero. Si el Japón quiere aprovechar sus inversiones en el extranjero para hacer frente a sus problemas internos, debe asegurarse de que su moneda permanezca débil, de modo que cuando se repatrian esas ganancias en moneda extranjera, puedan comprar más yenes. Esto significa que los japoneses que inviertan en activos en el extranjero recibirán un flujo de ingresos en moneda extranjera que valdrá menos al ser cambiado al yen si el valor de la moneda de eleva. Por lo tanto, cuanto más débil sea el yen, mayor será el valor de las ganancias en el extranjero por su valor en yenes, lo cual ayudará a resolver las dificultades del país y elevará el valor de los fondos repatriados. Para el Japón mantener su moneda débil es ahora una necesidad nacional.
*Fuentes: CNBC, Investopedia