Esta última semana, el panorama bursátil ha estado determinado por los alentadores datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que sitúan la inflación en su punto más bajo desde 2021. Este hecho ha impactado directamente al dólar, que ha perdido su ventaja competitiva respecto a las demás monedas. La causa de esta situación radica en la potencial decisión de la Reserva Federal de solo incrementar una vez más los tipos de interés, ante el fuerte descenso de la inflación. La respuesta del mercado ante estos sucesos ha sido, de manera general, altamente positiva.
En cuanto a la repercusión en el mercado, observamos principalmente las fluctuaciones en el mercado de divisas. Todos los pares ligados con el dólar han experimentado un significativo movimiento de volatilidad, atribuido a la depreciación del dólar por la pérdida de su posición competitiva. Centrándonos en el par euro-dólar, se observa que tras probar varias veces la zona del 1.10, ha terminado por romper con ímpetu tras la publicación de los datos del IPC.
Se espera que la primera resistencia que encuentre en su camino se sitúe en torno a los 1.14. Mientras tanto, queda por ver si habrá alguna corrección, ya que el movimiento del par ha sido significativamente vertical al alza en favor del euro.
El prometedor dato del IPC también ha afectado directamente a los futuros americanos. Destaca especialmente el Nasdaq, el índice más robusto en Estados Unidos en estos momentos. Ha superado la resistencia de los 15.000 puntos y parece tener como siguiente objetivo los 16.000. Al igual que el euro-dólar, la tendencia del movimiento ha sido bastante abrupta. No sería inusual ver correcciones a corto plazo, pero la tendencia sigue siendo alcista. A primera vista, no parece haber nada que pueda cambiar la dirección del precio, que se aproxima a niveles de máximos históricos.
En cuanto al índice europeo que actualmente muestra más fortaleza en el mercado, el Eurostoxx 50, vemos que se mantiene en un rango de consolidación, en la parte alta de los máximos históricos. El movimiento desde la parte baja del rango a la parte alta ha sido también bastante fuerte y vertical, por lo que no sería descartable posibles consolidaciones en este nivel. En caso de romper los niveles de máximos, podríamos esperar mayores subidas, con un objetivo en torno a los 4.600 puntos.
En resumen, la semana ha sido bastante positiva en los mercados, gracias al favorable dato del IPC. Los mercados están retomando con fuerza el movimiento tras la ligera consolidación de la semana pasada. Queda por ver qué nos deparará la próxima semana, pero sin duda nos adaptaremos al entorno de mercado que sea más favorable. Seguiremos observando y analizando.
