La Reserva Federal de los Estados Unidos ha dejado abierta la posibilidad de subir las tasas de interés para combatir la inflación, según tres de sus funcionarios. A pesar de esto, dos de ellos han señalado que los problemas del sector bancario podrían generar suficiente lastre a la economía como para ayudar a enfriar las presiones sobre los precios más rápido de lo esperado. En un discurso ante la Asociación Nacional de Economía Empresarial, Susan Collins, responsable del Banco de la Reserva Federal de Boston, ha afirmado que la inflación sigue siendo demasiado alta y que se necesitan más medidas para reducirla al objetivo del 2% asociado a la estabilidad de precios. Sin embargo, Collins también ha indicado que es probable que la Reserva Federal esté a punto de dar por concluido el endurecimiento monetario después de la subida de un cuarto de punto porcentual de la semana pasada y la proyección de una subida adicional de 25 puntos básicos este año. Neel Kashkari, líder de la Fed de Mineápolis, ha afirmado que la institución tiene que hacer más, pero no ha definido qué medida le gustaría que se tomara.
La aparición de problemas en el sistema bancario, desencadenados por la quiebra del Silicon Valley Bank y otras instituciones financieras, es una fuerza clave que resta presión a la Reserva Federal en el frente de la inflación. Las quiebras bancarias han agitado los mercados financieros y han obligado a las autoridades a reforzar la liquidez del mercado, y los bancos han recurrido a niveles récord de liquidez de emergencia del banco central. Collins ha afirmado que los bancos son “fuertes y resistentes”, pero es probable que se retraigan en la oferta de crédito, lo que a su vez podría pesar sobre la actividad general. Según Collins, estos acontecimientos pueden compensar parcialmente la necesidad de subidas adicionales de tasas.
En un discurso, el líder de la Fed de Richmond, Thomas Barkin, ha indicado que la política monetaria debe ser “ágil” en las circunstancias actuales, y que los problemas del sector financiero podrían ayudar a la Reserva Federal a lograr su misión de devolver la inflación al 2% más rápidamente, aunque ha añadido una nota de cautela sobre la incertidumbre de lo que nos espera. Barkin ha señalado que es posible que el endurecimiento de las condiciones crediticias, junto con el efecto retardado de los movimientos de tasas, haga descender la inflación con relativa rapidez, aunque sigue habiendo una serie de razones por las que la presión sobre los precios podría tardar en remitir. Kashkari también ha indicado que la resolución de los problemas bancarios actuales está en sus inicios y que probablemente nos llevará tiempo comprender si hay más pérdidas ahí fuera.
La jornada de hoy presenta un mercado accionario positivo, con rendimientos negativos en bonos gubernamentales y una depreciación del dólar. Los inversores continúan monitoreando la situación del sector bancario en EE.UU. y Europa, y ajustando expectativas sobre las futuras acciones de la Fed. En cuanto a datos económicos, se registró una inflación ligeramente por encima de lo esperado en Alemania, pero por debajo de las expectativas en España. En EE.UU., el PIB del 4T22 fue menor de lo esperado y las solicitudes de seguro de desempleo aumentaron. En otras noticias, Brasil presenta un nuevo plan fiscal y el premier de China asegura que su país ofrece un ancla para la paz mundial. En el ámbito local, se espera la decisión de política monetaria de Banxico y la publicación del Reporte de Finanzas Públicas correspondiente al mes de febrero.
En conclusión, los mercados continúan siendo impulsados por la política monetaria y económica global, aunque las noticias sobre el sector bancario y las tensiones geopolíticas siguen siendo factores de riesgo importantes. Como siempre, los inversores deben estar atentos a los cambios en los mercados y ajustar sus estrategias en consecuencia.